Casi no encuentro la razón de este pesar. Necesito aire en el pulmón como un soplo a la gaita que llama a sonar. Y no tengo melodía sin tus suspiros, que son suspiros de nadie. Porque solo es una sombra lo que anhelo, y lo que deseo, y lo que busco es tan gris que a penas se si busco o no. Mis pupilas se han clavado en la oscuridad de tus aguas, que de noche llama al rumor de unas olas pesadas y atractivas, atrayentes, y me llaman. Y yo no voy; no voy porque temo, y no se de que temo, pero temo tanto que no me muevo. Mis pies se han congelado en una noche cerrada. Y se ha cerrado la puerta, por tal es que yo... Ni atisbo a ver la lucidéz de tus encantos.

Y sueño contigo, desnudo, pero a penas sueño, porque al abrir los ojos solo hallo el calor de mis sábanas, mi propio calor.

Escucho alrededor historias de amor, concilio y complemento. Sujeto y predicado todo junto. Y yo no tengo ni un solo adverbio para responder. A veces enmudezco, porque me falta el habla, o porque me estoy convirtiendo en un eco de extremos recuerdos. Si es que recuerdo, porque a penas me acuerdo de si recuerdo. Y tu nostalgia se enmarcó en algún marco de mi habitación.
Cuadros, rombos y óvalos, llenos de temor, inseguridad y desnudez.

Si no he gustado, pido disculpas. Si no he llegado a rozar tus labios, debes saber que no fue por falta de ganas, pues me hallaba ansioso cara a cara con tus ojos... Debes saberlo; si no lo hice antes fue porque desapareciste, decidiste...

Y yo, ¿Qué hago? ¿Mutilo al subconsciente o tomo consciencia?

2 Corazonadas:

àriN* dijo...

Creo que no hace falta que te diga que no puedo sentirme más identificada con este texto.. Hasta el punto en que me pregunto por qué no lo habré escrito yo.
Y que duele, pero que te quiero.

:)

Ferran dijo...

Te leo y aborrezco lo que escribo. Es como si palpara esas emociones a pesar de no haberlas sentido nunca.

Entre tanto escrito nefasto en el que me incluyo te leo y es como abrir una ventana