El "Todo" en la "Nada"

Kilómetros y kilómetros después de metas infructuosas, descubrí que la esencia de mi máxima se encuentra en mí desde el primer momento. Ni luchas de poder entre el sentir o el estar, ni mínimas comprendidas entre el amar o el querer. Todo es uno en mi, todo en la absoluta armonía estaba allí desde el principio. Ni playas ni montañas que hagan sentir el vibrato armónico de una paradoja, ni el "Yo Superior" ni el inferior, sino todo en el absoluto silencio. Así es como mis dedos vuelven a escribir, sobreescribiendo lo escrito. De esta y única manera cesan los ruidos, al menos de manera temporal. Y volveré.

La Magia siempre estuvo donde tuvo que estar. Y hoy la pongo en práctica.