De otro planeta





Hay letras que nunca encuentran la palabra adecuada para dar un significado a su existencia. No se a qué vocabulario correspondió la mía, pero a veces carezco de consonantes para mis vocales, y otras muchas, al contrario, hay tantas vocales y tan pocas consonantes que tan solo soy capaz de producir un balbuceo...
El resultado correcto, o más bien, el equilibrio, siempre se encuentra en un contrapeso de elecciones, a veces matemáticas, a veces puramente metafísicas. Ese es el significado correcto, el futuro.

Hay notas musicales que nunca llegan a componerse. Hay trazos que nunca llegan a plasmarse sobre un lienzo. Hay personas que nunca llegan a cruzarse.

Puede que sea cuestión de tiempo, o incluso que el tiempo acabe venciéndome. Darme por vencido es, al fin y al cabo, cuestión de tiempo. La única llave para abrir el arcón de sueños que contengo está en una mano, y en la otra una carta de memorias que a veces me hacen llorar y otras reír. Bonita cuestión entonces. Vivir de recuerdos o de sueños.

En una ocasión miré a la ventana, y pude verme a mí mismo bajo una tormenta poco usual. Entonces me pregunté ¿Es mi sombre, o es mi estela?

Lo comprendí. Yo era de otro planeta.

Soulmate




Incompatible, no importa como,
porque alguien está atado a escucharme llorar,
grítalo si quieres, tú no eres fácil de encontrar.

¿Es posible que tú, "amor", estés dentro de mi vida,
justo aquí delante o quizás disfrazado?

¿Quién no está lejos para sostener a quien ama?
¿Quien sabe amar sin ser nombrado?

Alguien preguntó por qué andaba por mi camino
si hay un alma gemela para cada persona.

Aquí vamos otra vez, los círculos nunca terminan
¿Cómo encontrar el perfecto?
Es suficiente para muchos,
pero yo sigo esperando en la línea.

¿Quién no está lejos para sostener a quien ama?
¿Quién sabe amar sin ser nombrado?

La mayoría de relaciones son transitorias
Todas son buenas, pero ninguna permanente.

Alguien me preguntó una vez, por qué andar por tu propio camino...

... Si hay un alma amiga para cada persona.

El bucle de la Cordura.


Creamos a medias tintas, concedemos el don de la palabra a unos oídos que desean escuchar, nos enredamos en las maravillosas vistas que nuestros ojos nos conceden, y a la mañana siguiente, todo ha desaparecido. No hay alma ya en este mundo destructivo. Protegeos, corazones, porque pocos quedan ya que no estén rotos.


Se han roto ya vuestras voces. Las luces que tomais por realidad son tan solo ilusiones que no tienen cabida ya en estas tierras. Se resquebrajan las esperanzas, porque en el fondo solo hay grietas ya en la superficie, y calan, calan tanto que hasta el alma ya es oscura, confusa, indecisa. No hay amor en los recuerdos ni el futuro. Y el presente no es tan solo lo que veis.

Somos lunas, dos caras por persona y más de un corazón helado. Girando alrededor de lo que parece un bucle estático, inerte, silencioso, mortalmente aburrido. Y todos, absolutamente todos, caemos alguna vez.

Protegeos, corazones, porque pocos quedan ya que no estén rotos.

Maniatados, imprecisamente colocados sobre un escenario sin telón donde la función comienza y termina en el mismo punto. Somos polvo, y en polvo nos convertiremos. Nuestra audacia nos permite recordarlo, y es justo entonces cuando las grietas que hemos ido acumulando en nuestros corazones, los recuerdos, los sentidos, las emociones... Se hacen polvo de nuevo.

Entonces, si al final somos nada, y de la nada surgimos ¿Por qué no desgarrarnos y probar suertes, desafiando al azar y a la muerte, a la inexistencia misma dentro de un mundo resuelto de poder y desconfianza?

Somos polvo, y nacemos de un polvo; y en eso consiste el desgarro más básico. Un jodido polvo que en la mayoría de los casos no significa absolutamente nada, pero que al final, mísera respuesta de un destino desafiado y rencoroso, peca de ser un verdadero lastre por el que debemos luchar, resignarnos, convertirnos en polvo.

No hubo protección para el mío. Yo creo en el amor.