¿Sabes? He aprendido a volar alto.
Las cadenas que has hecho para mi
no pueden atraparme, sonrío, si,
sonrío porque estás perdiendo.

Al ritmo de la sinfonía nº cuarenta,
mis pies desnudos danzan
alrededor de tu cadáver, sediento
de poder. Y mi alma vibra.

¿Sabes? He aprendido a quererme.
A no querer a otro más que a mi,
siempre que otro me quiera.
Y estas cadenas... No son mías.

Carne y sangre, en un festival
carnal de cuerpos vacíos,
y yo, que estoy encima, me río.
Maquina de matar corazones.

Suena la guitarra y pienso
cuánto tiempo hemos empleado
en crear nuestro plan
de aniquilación mutua.

¿Sabes? Yo sigo creciendo.

0 Corazonadas: