Frío


Si prefiero no escucharte tápame los oídos y susurra solo a mis ojos. Si algún día no quiero hablarte dedícate a besar mis labios sin palabras de por medio. Si no comprendes esto que digo, simplemente mira... ¿Qué ves?

Desde los más lejanos recuerdos nunca admiré a las estrellas por su altura; la luna me daba miedo y la luz del día me traía aromas de días próximos, como si yo supiera lo que la predestinación significa. Y lo se, es una locura pensarte siquiera, aunque tu aroma siga impregnado en mis fosas nasales, porque sigo sin saber predestinarme. Después de todo no ha cambiado nada, o quizás muy poco.

Eres el foco, de mis objeciones, de mis retenciones, y hasta de mis suspiros. Inconsciente si he de llamarme a mí mismo alguna vez. Impersonal por perderme en lagunas de memorias... Aunque lo se, no hablo por hablar... Yo se que no estás.

Así que prefiero no escuchar cuanto me quieres, si algún día llegas a hacerlo. Si algún día me quieres y decides llegar a tiempo. Prefiero no escucharlo por pensar que no es para siempre. Aunque lo sé, lo sé... Siempre decimos lo mismo. Nos reiteramos entre las cejas y fruncimos la comprensión como se fruncen los retales de un acordeón.

¿Y por qué? Por nada; por absolutamente nada.

Quedo frío y en estática si te miento, y miento si digo que no puedo elevarme como tú, pero no quiero, que es la diferencia entre los dos. Una batalla perdida.

2 Corazonadas:

àriN* dijo...

Así que prefiero no escuchar cuanto me quieres, si algún día llegas a hacerlo. Si algún día me quieres y decides llegar a tiempo.

Me ha matado y me ha descrito, así todo al mismo tiempo.

:)

Ferran dijo...

geolucisterra@hotmail.com