Mi voz


Que me devuelvan las horas y los minutos. Que me devuelvan la inocencia y las tardes de júbilo; devolvedme la sonrisa y la flor de primavera, el sol y la luz de mis ojos. Que me devuelvan mis juguetes y aquél muro donde jugaba al escondite.

¡Devolvedme mi ignorancia!

Quitadme este peso, las horas de deseo, el dolor del desamor, el vicio del sexo, la peste del aliento desconocido. Que me quiten las horas de ayuno y las noches de insomnio.


Se me ha roto la voz, mi voz.

1 Corazonadas:

smile_me dijo...

Dicen que la ignorancia es la base de la felicidad, quizá no sea tan incierto.
Aunque siempre aspiremos a saber más, sentir más, vivir más experiencias... es sólo un principio de masoquismo más (entre tantos).

Pero aún así, que nada rompa tu voz, al fin y al cabo es el arma más importante que tenemos.

;)