Los deseos que tuve al mirarte
tras clavos de noches sucesivas
fueron entonces pesadillas.
El deseo que tuve de amarte.
Los ojos que brillaban eternos
ya no brillan, se han apagado
las velas de la lumbre en mi vida
para poder ver a escondidas.
"Lacrymosa" bajo palio de rosas
blancas, eternas y marchitas
al final, donde todos nos esperan.
Allí estaré yo, sin tí.
El requiem que merezco es este,
abandonar el dolor que me causa
la cruda realidad que hay en tu boca,
y entonces... ¿A quién amé?
Se han agotado las horas,
este corazón no tiene más tiempo
para tí. No puedo esperar
eternamente a la nada.
Nuestros caminos se han desecho,
como los huesos en polvo se convierten
y la métrica en poesía en el lecho
de muerte, irradia luz mi alma ahora.
http://www.youtube.com/watch?v=J_oo-_M4g7Y&feature=related
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