Vibración

"El frío me arropa, el frío me mata
como un veneno para matar ratas"


He seguido el sonido de la flauta dejándome encandilar por la melodía. La nebulosa casi era palpable, y por un momento he llegado a pensar que inalterable. Qué poeta, que sin versos ni letras compone su verso. Cuidado, a veces no vemos cuantos metros de caída nos quedan por delante.

Dicen que los recuerdos enseñan, aunque martiricen. Son entonces... ¿Son entonces estos sueños la advertencia? Advertencia de velocidad, advertencia de curvas pronunciadas, advertencia de derrumbamiento...

Hay demasiadas notas en mi cabeza, y no cuento con un instrumento para dejarlas salir. Estan atrapadas, como yo en ocasiones.

Solo me queda respirar. Sentir las vibraciones en mi corazón y preguntarme cuánto tiempo tendré que esconderme. Quedan pocos segundos. Tengo que decir "Por mí, por todos mis compañeros, por mí primero", pero la pared está demasiado lejos y al acecho el lobo es el peor de los depredadores. No por falta de visión, sino porque sabe esperar, sabe dónde atacar, y sabe desgarrar con pocos golpes la carne débil de un humano desesperado.

Vibración... Eso es lo que siento. Cuando miro unos ojos que empiezo a reconocer, unas manos cuyo tacto comienzo a extrañar, un aroma que ya me resulta peculiar aunque no esté. Y entonces, se va...

Y el frío me arropa, el frío me mata,
como un veneno para matar a las ratas.