Retórica de recuerdos.

Transcribo impulsos esta noche, luces bajo mi techo. Luz, una sola, en el escritorio. Y miro, secundo, perpetuo mis historiales hasta no tener más vida. Sueño y caigo rendido en unas sábanas confusas, frías...

¿Qué será lo que veo, si apenas palpo lo que miro?

... entorno a un cuerpo caliente que es el mío. Prendo, coso, tejo mis sueños, ilusiones variables que no controlo. Y quedo, allí callado, en una nube de imágenes que van rodando y rodando. Como una rueca donde pincharme un dedo quise, y ver por primera vez unos ojos azules salir de los cuentos infantiles. Pero al abrirlos solo existen las mismas cuatro paredes. Y yo no me he pinchado con una rueca, pero sin embargo si que he sangrado. Y sangro, y sangro... Pero las sábanas no se manchan, y la luz no prende...

... Y al encenderse el interruptor bajo mis temblorosos dedos, todo ha sido un sueño.